Qué sería yo sin tus palabras
que me consuelas sin nada,
con sólo unos versos escritos,
me tiembla la vista, lo dicho.
Qué sería yo sin tu sonrisa,
que me llega al alma en vida,
alegra mi temple contigo,
y contagias tu espíritu divino.
Qué sería la vida
sin amor ni pasión,
sin música ni razón,
sin almas con corazón.
Qué sería el mundo,
sin nubes ni estrellas,
sin una luna viajera,
ni sol que brille a la espera.
Qué serías tú, amor mío,
sin ésas rosas tan bellas,
que riegas con tanto ahínco,
con tanto cariño hacia ellas.
Todos somos amor,
vida, pasión.
Todos somos calor,
luz, comprensión.
Todos somos aquello
que queremos compartir
con un abrazo y un beso.
Maria jose
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