Amigo que te entraño,
no me digas ni en sueños
lo mucho que me añoras,
cuando en verdad sentí,
perder ése, tu corazón.
Amigo que te siento,
aunque no me veas ni me encuentres,
sabes que estoy contigo,
en alma y en sueños.
Alargo mi mano a tu rostro,
y hacerte sentir mi calor,
una sonrisa que te sirva,
para alegrar tu corazón.
Mis sentimientos se pierden
por los bosques verdes,
junto a las rosas silvestres,
a la espera de la aurora.
Una gota del rocío
cae sobre tu rostro,
cada vez que me observas
y sientes mi aroma
.
Maria jose C.C.
2 comentarios:
Hola María José.
Enhorabuena por tu blog.
Sigue cultivando la poesía, querida amiga; no copes nunca tus sentimientos, lo haces muy bien y lo verdaderamente importante es el corazón que se pone en ello.
Por cierto estás guapísima en la foto que has puesto.
Un enorme abrazo.
Las personas que luchamos para erradicar la imagen de la posesía y los poetas de amanerados, sensibleros y cursis, se nos cae el alma al suelo cada vez que nos topamos con gente como tú.
La poesía no es un nena llorona, es sentimiento puro,romanticismo desgarrador no cursi.Dedícate a hacer punto de cruz, por favor.
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