Es la oscuridad de la noche,
el frio de la aurora,
el silencio matutino
en un sabado frío.
Un despertar improviso
tras un sueño negro,
quise rendir al cielo
lleno de vida por dentro.
Me inclino a las estrellas
buscando su consuelo,
sentirlas llenas
de luz y sosiego.
No tengo lágrimas para ellas
sólo mi corazón bello,
un amor inmenso
de luz y estrellas.
Con el frío de la mañana
y la oscura de la noche,
esperando contemplar
el brillo de tus ojos
o tal vez quizas
disfrutar de lo lindo de tus versos.
Maria jose
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